Traducciones médicas y farmacéuticas

Traducciones médicas y farmacéuticas

La traducción médica y farmacéutica cumple un papel esencial en la comunicación internacional de productos sanitarios y medicamentos. No se trata únicamente de traducir palabras, sino de garantizar que la información crítica para la salud humana se transmita con total precisión, claridad y conforme a la normativa vigente en cada país.

¿Qué es la traducción farmacéutica?

La traducción farmacéutica es la adaptación lingüística de documentos científicos, regulatorios y comerciales vinculados al desarrollo, la producción y la distribución de medicamentos. Requiere una gran especialización, ya que cualquier error podría comprometer no solo la salud de los pacientes, sino también la validez legal y comercial de un producto en el mercado. En el ámbito sanitario, un pequeño error tipográfico puede tener consecuencias potencialmente mortales, y los pacientes deben poder confiar en las traducciones médicas profesionales. Los medicamentos se recetan de una forma sumamente específica, por lo que la traducción errónea del nombre de un fármaco puede resultar peligrosa.

Teniendo en cuenta las innumerables variaciones que hay en el mercado farmacéutico mundial, es fundamental garantizar que el nombre correcto llegue al paciente. Un mismo medicamento puede recibir diferentes denominaciones: la DCI (Denominación Común Internacional) reconocida por la OMS, la marca comercial o las denominaciones comunes no registradas, como la USAN (denominación aprobada por EE. UU.). A modo de ejemplo, un mismo medicamento puede aparecer como paracetamol (DCI), acetaminophen [acetaminofén] (USAN) o Tylenol (marca comercial). El traductor médico debe decidir, según el contexto y el país, si se conserva el término original o si se adapta a un nombre más familiar para el público consumidor.

¿Qué es la traducción médica?

Es el proceso especializado de adaptar terminología médica y documentos relacionados con la salud, como historias clínicas, recetas, protocolos de ensayos y prospectos farmacéuticos, a diferentes idiomas. Es esencial para garantizar la seguridad de los pacientes, cumplir con requisitos internacionales y lograr una comunicación más fluida entre los profesionales de la salud y los pacientes a nivel mundial.

La precisión también es crucial al momento de dar instrucciones médicas, ya sea en una farmacia, en un consultorio médico o en las etiquetas de los medicamentos. En ocasiones resulta un desafío lograr un equilibrio entre la precisión de las traducciones y su legibilidad por parte del público usuario. Con frecuencia, también es necesaria la adaptación cultural al momento de traducir y el hecho de evitar la jerga médica, según corresponda, cuando estemos frente a un público no especializado.

Este mismo nivel de precisión se necesita para la comunicación entre profesionales y pacientes. En la práctica, aparecen muchas dificultades cuando los familiares o amigos de los pacientes actúan como intérpretes. Los médicos y farmacéuticos transmiten información detallada sobre dosis, diagnósticos, efectos colaterales, alergias, etc. Confundir cantidades y frecuencias en las dosis, los nombres de las partes del cuerpo, entre otras cuestiones, puede dar lugar a sobredosis, interacciones peligrosas entre fármacos o diagnósticos equivocados. No es lo mismo decir que un paciente “podría” tomar un medicamento que decir que “debe” hacerlo.

Por otra parte, las historias clínicas y las recetas médicas contienen abreviaturas, términos médicos específicos y nombres de fármacos o tratamientos, entre otros aspectos, y suelen ahondar en cuestiones propias de la especialidad del galeno tratante. Es por eso que no llama la atención que los profesionales de la traducción realicen interconsultas con profesionales de otras áreas de trabajo o industrias a fin de corroborar cierta terminología o comprender en profundidad el tema que están a punto de traducir. La precisión no se negocia, ya que puede acarrear consecuencias legales y a nivel médico o sanitario y, por supuesto, la pérdida de credibilidad y reputación del traductor.

El traductor médico debe interpretar con rigor, mantener un tono profesional y utilizar la terminología adecuada. En ocasiones, de no desempeñarse con la pericia y la atención esperadas, se pueden incluir términos ambiguos o estigmatizantes si se traducen incorrectamente. Un ejemplo de ello es el término en inglés “upset”, que puede traducirse erróneamente como “enojado” o “enfadado”, cuando el sentido real podría ser que el paciente se siente “molesto” o “descompuesto”.

Principales áreas de la traducción médica y farmacéutica

A continuación, se detallan algunas de las categorías más comunes de este tipo de traducción:

Prospectos de medicamentos

La correcta adaptación de los prospectos a la terminología oficial es indispensable. Estos documentos deben cumplir estrictamente con los requisitos impuestos por las agencias reguladoras, como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), para garantizar la seguridad y comprensión del paciente.

Etiquetas y embalaje

La localización lingüística de etiquetas, instrucciones de uso y envases permite que los productos farmacéuticos se adapten a diferentes mercados internacionales, respetando tanto la legislación local como las particularidades culturales y lingüísticas.

Informes médicos y farmacológicos

Ciertos documentos, como los informes de laboratorio, estudios de bioequivalencia y resultados de investigaciones farmacéuticas, exigen un profundo dominio técnico y un conocimiento actualizado de la terminología científica.

Documentos regulatorios

Los registros informáticos de pacientes, los formularios de registro y las normas de buenas prácticas, entre otros, deben respetar los requisitos específicos de cumplimiento normativo, lo cual exige una precisión absoluta en cada término utilizado y actualización constante frente a los cambios normativos.

Textos de marketing farmacéutico

Aquí la traducción y la localización se combinan con la creatividad mediante procesos de transcreación que adaptan los mensajes promocionales, las descripciones de productos y los materiales publicitarios para captar la atención del público en distintos idiomas.

Páginas web farmacéuticas

Una presencia digital efectiva requiere no solo traducción lingüística, sino también adaptación a criterios de SEO multilingüe y cumplimiento del marco regulatorio sanitario del mercado y el sector farmacéutico de destino.

Patentes farmacéuticas

Este servicio combina terminología técnica con exigencias jurídicas. Las traducciones de patentes químicas y farmacológicas deben ser exactas para proteger adecuadamente los derechos de propiedad intelectual a nivel internacional.

Documentación de ensayos clínicos

Otra área clave es la traducción de la documentación vinculada a los ensayos clínicos, como los protocolos, consentimientos informados, cuadernos de recopilación de datos y enmiendas regulatorias.

Importancia de la traducción médica y farmacéutica en un mundo globalizado

En un sector tan sensible y regulado como el farmacéutico, la traducción no puede dejarse librada al azar. La precisión terminológica, el conocimiento técnico y la adaptación cultural son pilares fundamentales para garantizar que los medicamentos y productos sanitarios lleguen de forma segura y efectiva a los pacientes en todo el mundo.

Prueba de la importancia de este tipo de traducciones es el auge que tuvieron durante y tras la pandemia del COVID-19. En momentos en que la humanidad se vio amenazada en su totalidad, sin que siquiera las fronteras pudieran actuar como barreras de contención, la colaboración científica entre países pasó a ocupar un papel fundamental con miras a encontrar una solución a los efectos devastadores de la pandemia, al igual que la necesidad de traducir los contenidos de dicha colaboración para avanzar en el desarrollo de las investigaciones. Los ensayos relacionados con la creación de vacunas, los informes emitidos al respecto, los protocolos médicos diseñados para luchar contra esta enfermedad y los certificados EPI, entre otros textos, requirieron de la participación de traductores e intérpretes altamente especializados para lograr superar una crisis sanitaria de inusitada magnitud a nivel mundial.

Contar con profesionales especializados en traducción médica y farmacéutica no solo es una cuestión de calidad, sino también de responsabilidad ética y legal. Elegir el socio lingüístico adecuado marca la diferencia entre el éxito internacional de un producto y posibles riesgos regulatorios o sanitarios.